Valores fundamentales de LFI
El hacer Tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y Tu ley está en medio de mi corazón.
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por Ti, oh Dios, el alma mía.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
Este es el amor a Dios, que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son gravosos.
El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
El primer valor fundamental de La Familia Internacional es pasión por Dios. Está expresado así:
Pasión por Dios. Amamos a Dios de corazón, con nuestra alma, nuestra mente y nuestras fuerzas. Ansiamos tener una relación personal e íntima con Jesús, emular cada vez más Sus atributos y vivir Su amor.
Empleamos palabras para comunicar pensamientos y sentimientos. Es importante escoger las palabras adecuadas para expresar nuestros valores. Si además entendemos lo que quieren decir esas palabras, nos resultará más fácil verbalizar e interiorizar el significado de esos valores. Examinemos la frase pasión por Dios.
Pasión por Dios es una afirmación muy potente. Una de las definiciones de pasión es entusiasmo intenso o afición vehemente a algo. Por eso, cuando decimos que estamos apasionados por Dios declaramos abrigar un intenso entusiasmo por Dios, una afición vehemente a Él.