Brandon Gilliam
[How to Mourn with Those who Mourn]
Llorar la pérdida con los demás refleja el corazón de Dios. Es una forma de compartir las cargas de nuestros hermanos y hermanas sin pretender que tenemos todas las respuestas. De prodigarles amor y consuelo y recordarles que no están solos. Cuando lloramos con los demás reflejamos el amor de Dios de manera tangible.
En una sociedad que evita la incomodidad, esta indicación puede ser contracultural. No obstante, Jesús no evitó el dolor: lloró cuando su amigo Lázaro murió a pesar de que tenía el poder para levantarlo de los muertos (Juan 11:35). Jesús no se alejó del dolor que lo rodeaba. Por el contrario, le hizo frente personalmente. Tengan en cuenta que Jesús no levantó a Lázaro inmediatamente. Permitió que la pena que sentían los demás lo cubriera a Él. Solo entonces, en el mismo plano emocional, Jesús intervino para ofrecer Su ayuda.
(Lean el artículo aquí: https://becomenew.com/how-to-mourn-with-those-who-mourn/. El enlace está en inglés.)
